Con motivo de la celebración del 8M, Día Internacional de la Mujer, me surgen algunas preguntas. Entre ellas: ¿debemos educar en la IGUALDAD o en la DIVERSIDAD?
Lanzo estas reflexiones siendo consciente de que es un tema sensible, y que habrá diferentes posturas según nuestra educación y según nuestras propias experiencias vividas. Pero con todo el respeto, estaría bien reflexionar sobre si nos estamos equivocando en el «mensaje».
Sin duda, pienso que debemos educar en el respeto a las diferencias.
Creo que debemos reconocer que hombres y mujeres no somos iguales, y eso no es malo. No somos ni mejores ni peores, pero sí diferentes. Si reconocemos nuestras debilidades y fortalezas (tanto las nuestras como las del otro), veremos la necesidad y el beneficio de complementarnos.
¿Por qué no enseñar que somos diferentes y aprender a respetar y empatizar con esas diferencias?
Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible integrados en la Agenda2030 se titula así:
OBJETIVO 5: LOGRAR LA IGUALDAD ENTRE GÉNEROS Y EMPODERAR A TODAS LAS MUJERES Y LAS NIÑAS
Y yo me pregunto: ¿Qué pensarán la mayoría de los niños cuando leen ese título?
Y si lo cambiásemos por OBJETIVO 5: LOGRAR LA IGUALDAD ENTRE PERSONAS. A secas!
¿Estamos avivando la separación entre géneros? ¿Parece que intentásemos culpabilizar a todos los hombres?
No se puede tolerar que, en algunos países, no se permita el acceso a la educación por el simple hecho de ser niña, … o que sufran violencia física/sexual por el simple hecho de ser niña… Pero no podemos permitir esas injusticias ni por ser niña ni por ser niño. HAY QUE PROTEGER LA SALUD, LA EDUCACIÓN Y EL BIENESTAR DE TODOS! Por eso insisto en el mensaje de no polarizar las reivindicaciones.
Todos deberíamos ser iguales en derechos y deberes, independientemente de nuestro género, nacionalidad, edad, …
Fijaos cómo condicionamos (queriendo o sin querer) la visión de los más pequeños. Mi hija de 6 años me dice que el lunes van a hacer algo en el cole porque es el día de la mujer y se sorprende cuando le digo que no se celebra el día del hombre. ¿Por qué?
Le cuento que antiguamente (y aún en algunos sitios del mundo) las niñas no podían estudiar. Entonces su sorpresa es aún mayor, ¿Por qué???
Intento inculcar ese reconocimiento hacia esas mujeres PIONERAS que lucharon porque hoy nosotras podamos votar, estudiar, … y ser libres en nuestras elecciones. (Ver ONU MUJERES en el mundo).
Por desgracia, queda mucho trabajo por hacer en algunos lugares del planeta, pero en otros, a veces, parece que queramos seguir luchando en guerras ya ganadas.
¿Educar en igualdad, en diversidad, o depende? Todos iguales. Todos diferentes.
Hay que educar en la igualdad entre personas. Evidentemente no podemos culpabilizar a todos los hombres. Hay que ser conscientes de que muchas cosas han sido el resultado del contexto de cada época. Pero podemos elegir dónde queremos poner el foco. No podemos quedarnos anclados en el pasado. Hay que reforzar el mensaje conciliador y aprender de las injusticias históricas para encontrar soluciones juntos.
Debemos tener presente la historia, pero solo para seguir aprendiendo de ella.
No me gustaría que el día de mañana no se reconociese la valía de mi hijo por el simple hecho de ser un hombre.
También creo que el futuro laboral de mi hija estará mas condicionado por su elección de ser madre que por el hecho de ser mujer. (Aunque este es otro tema. Lo hablamos en esta otra publicación).
Elogiemos la valentía, el talento, la lucha contra las injusticias, … tanto de HOMBRES como de MUJERES.

Conseguiremos la reducción de las desigualdades dando más valor a la diversidad porque las diferencias suman.
Espero que esta reflexión no os cree una opinión equivocada. De hecho, ya me preguntaba sobre la necesidad del empoderamiento de la mujer en anterior publicación.
Últimamente, más que dar mi opinión, os pido las vuestras para ayudarme a encontrar respuestas.
Por ello, ¿Qué opinión te merece el 8M?
Pues que has puesto palabras a mis pensamientos, que muchas veces ya no me atrevo a expresar porque se me etiqueta y se me ataca.
Muchas gracias por tu comentario María. Ahora toca luchar por abrirnos hacia el respeto, la empatía y, también, el debate sano. Debemos de entender que existen otros puntos de vista tan válidos como los nuestros.
De hecho, hablaremos en otra publicación sobre esa aparente «obligación» de posicionarnos y etiquetarnos.
Tengo gran esperanza en las nuevas generaciones!
Un saludo.